Origen De Nuestra Hermandad
Retrocedemos hasta el año 1972, cuando un grupo de amigos, Antonio Navarro Vázquez, José Miralles Fedriani y Francisco Baena Domínguez, los cuales estudiaban en el Politécnico de la Rábida deciden fundar una hermandad de penitencia con el objetivo de rendir culto a Dios y a su Santa Madre. Esta idea inicial es puesta en conocimiento de los miembros del Club Estrella de la parroquia de la Concepción. La idea es acogida con satisfacción por todos los miembros de dicho Club y se crea una comisión organizadora en la que además de los tres citados anteriormente, se incluyen Luis J. Hernández Gómez, Carlos Hernández Cordero y Manuel Vázquez Hierro, jóvenes que para toda su vida quedarían ligados a la hermandad.
Tras varias reuniones se constituye una comisión, la cual se dirige al Obispado para exponer al Rvdo. Señor D. Rafael González Moralejo, Obispo de Huelva, su proyecto, el cual les anima y les indica que lo primero que tienen que hacer es buscar una Parroquia, donde fijar su sede canónica. La comisión se pone a trabajar en dicha tarea, que no resulta sencilla. Visitan casi todas las Parroquias y desilusionados por el trato recibido, se dirigen a la Parroquia de los Dolores, en la Barriada de las Colonias, donde D. Manuel López Vega, párroco de la citada Parroquia, escucha atentamente su exposición de intenciones y acepta sus ideas. A partir de este momento, este grupo de jóvenes cristiano tuvieron una sede en la que poder trabajar en el desarrollo de su proyecto. Don Manuel queda unido al mismo de una manera muy especial.
Una vez fijada la sede canónica, el primer objetivo de la comisión es tener su Titular, para ello, baraja sacar el Crucificado de la parroquia de Belén o el del Monasterio de La Rábida, ambos fueron desechadas por razones muy diferentes, ante esto se decide adquirir una imagen que represente el momento en el que Jesús acepta la Cruz. Es Antonio León Ortega, imaginero ayamontino quien recibe dicho encargo.
Una vez elegido el Titular, dicha comisión decide que también tendrá una Titular mariana, que tras muchas deliberaciones decidieron que sería el de María Santísima del Rocío y Esperanza, cuya imagen se adquiere al escultor D. Sebastián Santos Rojas.
Se convoca un Cabildo extraordinario para aprobar todo lo que hasta ahora se había hecho. Al mismo tiempo, se pretende que la presente comisión pro-hermandad fuera designada por el Cabildo como Junta de Gobierno en funciones hasta la aprobación de los estatutos. Así se acuerda, y la Junta de Gobierno queda encabezada por Antonio Navarro Vázquez.
El Viernes de Dolores de 1973, llega la imagen de Jesús del Calvario a la Parroquia de los Dolores, su bendición tuvo lugar en el ofertorio de la misa del sábado 14 de abril siendo padrinos de la misma, Don Vicente Rodríguez Casado y Doña Pilar Carvajal de Sayazgo, esposa del Alcalde de Huelva. La Junta de Gobierno pretende hacer Estación de Penitencia el Lunes Santo del mismo año, pero el Sr. Obispo entiende que aún no están preparados para eso y tras varias reuniones entre la Junta de Gobierno y el Obispado, acuerdan realizar un Vía-Crucis por el Barrio de las Colonias.
Lunes Santo, 16 de abril de 1973, alrededor de cincuenta hermanos acompañan a Jesús del Calvario en Vía-Crucis, fue muchísima la gente del Barrio de las Colonias como de toda Huelva, quienes se agolparon a las puertas de la Parroquia de los Dolores, para presenciar la primera salida de el “CALVARIO”, estaba un día esplendoroso y un nuevo sentimiento comenzó a vivir la ciudad de Huelva.
La espiritualidad y el apostolado, pilares de la Hermandad, son los causas que hacen el número de hermanos vaya creciendo tanto del barrio de Las Colonias como de otras zonas de Huelva.
Es el 3 de mayo de 1973, cuando el Obispado de Huelva aprueba los Estatutos de la Posconciliar Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza.
El 4 de enero de 1974, se produce la bendición de la imagen de María Santísima del Rocío y Esperanza por parte del Director Espiritual, Don Manuel López Vega, siendo sus padrinos Don Miguel Martín Navarro y su esposa, Doña Feliciana Pérez.
Pasada la Semana Mayor del año 1975 y como fruto del nuevo sentimiento que el Calvario estaba generando dentro de la Semana Santa onubense, José Baena Tellechea, hermano de nuestra Hermandad, decide, crear una cuadrilla de hermanos costaleros para la próxima salida procesional. En octubre comienzan los ensayos y el Lunes Santo de 1976 la primera cuadrilla de hermanos costaleros de Huelva hace su estación penitencial portando a Nuestro Padre Jesús del Calvario.
En el año 1980, se decide afrontar el reto de la salida procesional de María Santísima del Rocío y Esperanza, para ello se decide encargar el paso, estrenándose el Lunes Santo de 1981, la orfebrería es obra en gran medida de Jesús Domínguez, enriqueciéndose en años posteriores con obras de otros orfebres. El palio es diseño y ejecución de Juan Guillermo Carrasquilla. En el año 1990, se decide cambiar el color marrón por burdeos y realizando dicho encargo a los Talleres de Nazaret de Madrid.
Año 1987. Se inicia un gran proyecto, la construcción del Templo de Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza. La Junta de Gobierno adquiere la casa número 19 de la calle Periodista Luca de Tena. El 20 de mayo de 1990 se coloca la primera piedra de este gran proyecto. Sería en el año 1992, cuando la hermandad tras un solemne traslado por las calles de Huelva, realiza su primera estación penitencial desde la Iglesia de Jesús del Calvario, se cumplía así el segundo proyecto más importante desde la fundación de la Hermandad.
Desde ese año la hermandad inicia otra etapa en su corta historia, era increíble que con sólo veinte años de historia se haya conseguido tener su Templo en el centro de Huelva. Una nueva feligresía es la encargada de recibir la labor espiritual y apostólica, pero lo que nunca podremos olvidar son los maravillosos años de nuestra estancia en la Barriada de las Colonias.
En el año 1996 el Ayuntamiento de Huelva reconoce el esfuerzo y trabajo de la hermandad en el centro de la ciudad, dándole el nombre de Jesús del Calvario a la calle donde se encuentra su Templo.
Durante los años posteriores, la hermandad, ya asentada en el centro de la capital sigue creciendo tanto humana como patrimonialmente, realizando actos y actividades para nuestr@s herman@s, tales como la creación del Boletín de la Hermandad, el ciclo de conferencias de los Lunes del Calvario, los campeonatos de botones, equipos de fútbol y baloncesto, campeonatos de ajedrez y un sin fin de actividades que sirven para dar vida y unión a tod@s los herman@s que formamos esta Hermandad.
Que Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza sean nuestros apoyos en los momentos de dificultad, tanto a nivel personal como de Hermandad y nos iluminen a la hora de marcarnos nuevos objetivos.